28.5.07

cómo suena (Leónidas Lamborghini al inglés)



Cabeza Cortada Cutted Head

Como el que
As the one who
ve en un sueño
sees in a dream
rodar rolling
su cabeza cortada. his head cutted.


Como el que
As the one who
ve rodar su cabeza sees his head rolling
en la realidad
in the reality
de un sueño.
of a dream.


Como el que As the one who
ve la realidad sees reality
como un sueño cortado
as a cutted dream

de su cabeza que
of his own head
rueda cortada. that rolls cutted.

en campaña

Para vos que te gusta salir a taggear, que te gusta el stencil y el graffiti, para vos ... este afiche de campaña
ESCRIBÍ TU CIUDAD






23.5.07

lo nuevo de FEIST


Para los desmemoriados que deseen refrescar la belleza de la joven candiense:


toca VETIVER


En "NUEVOS AIRES FOLK 07: COIFFEUR - VETIVER",
el martes 12 de junio, 20hs en La Trastienda.


Vetiver es una banda de San Francisco integrada por Andy Cabic, Devendra Banhart, Alissa Anderson, and Jim Gaylord. Todos involucrados en sus propios proyectos (el año pasado vino Devendra) en Vetiver quien compone es Andy Cabic.
Publicaron dos discos. El primero de ellos "Vetiver" hace algunos años ya. Matías de Los Álamos me había pasado a Devendra y hambriento de más folk dí con Vetiver. En la tapa del disco, hay una ilustración que podría pertenecer a un libro de cuentos para chicos de los hermanos Grimm: un bosque de montaña y un chico mira hacia arriba: por un claro del follaje de las ramas asoma la luna. Juegan una hide-and-seek.
En las once composiciones que integran el disco se trabajan principalmente cuerdas: vocales, guitarras, arpa (Joanna Newson), violines y contrabajo. Es interesante ver cómo están pensados los arreglos, los instrumentos "se turnan" en llevar la melodía y ocupar distintas voces en el mismo tema (los violines pasan con frecuencia de una función rítmica a llevar la frase) . De ahí que los límites entre arreglo y melo se borran y lo que era arreglo pasa a ser melo, y viceversa.
Las melodías destilan algo de infans, algo lúdico que hipnotiza al oído de quien escucha. Parecería que es ésta la música del boque de cipreses que tiene al chico encantado en su seno. Porque si hay un adjetivo que le cabe a este universo es ENCANTADOR.
En el segundo de los temas "Without a song", se oye una percusión irrecognoscible y a la vez muy familiar: el taco de la zapatilla contra el piso. Y es eso algo que encuentro en Vetiver y hace tiempo pienso y me propongo con respecto a "lo simple", no entendido como simplicidad técnica (ya voy a escribir largo y tendido sobre ésto).
No quedó energía para su segundo disco "To Find Me Gone", pero alcanza con que les pida encarecidamente que se bajen el segundo tema del disco: "You may be blue".
¡Qué bien está!
Otros que andan en ésta:
Micah P. Hinson, Smog, Lambchop, Calexico, Yo La tengo
(salidos de una peli de Jim Jarmusch)

22.5.07

les presento a Liliana Porter, una amiga


Reconstruction
(brown duck), 2007
Framed archival digital print
with wooden painted base
and ceramic duck
Dimensions variable
Signed, titled, and numbered on back
18536





Liliana Porter, nacida en Buenos Aires en 1941 y residente en Nueva York desde 1964, fue alumna de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano en esa ciudad hasta que viajó con su familia a Méjico, en 1958, y se abocó allí a la técnica del grabado como alumna del colombiano Guillermo Silva Santamaría, al tiempo que participaba en un espacio de arte experimental promovido por el célebre artista alemán Mathías Goeritz. En 1964, de viaje por París, hizo escala por unos días en Nueva York, pero ya no pudo salir de esta ciudad, gustosamente atrapada por las alternativas de vida artística que allí se le ofrecían, en medio de la turbulencia social e intelectual de los sesentas. Porter llega al Pratt Graphic Art Center dominando ya las técnicas del grabado en metal, y conoce en ese centro al uruguayo Luis Camnitzer, que desarrollaba entonces una especialidad en la xilografía.



Poco después será ella quien trasmita los fundamentos técnicos del aguafuerte a Luis Solari, así como unos años antes, en México, había ayudado a realizar su primer grabado al joven dibujante Luis Cuevas. Junto a Luis Camnitzer y al venezolano José Guillermo Castillo, cofundó en 1965 el New York Graphic workshop, un taller que desarrolló una producción experimental sobre bases programáticas que proponían una crítica conceptual a la circulación social del grabado y del arte tradicional. El dominio del aguafuerte, la serigrafía y el fotograbado fue el instrumental a partir del cual Porter construyó, desde 1960-63, la refinada poética de su lenguaje. La posibilidad de superponer diversas registros de estas técnicas sobre una superficie plana le permitió jugar con "estratos" de tiempos y lecturas diversas en una misma imágen. Tal lo que comienza a suceder en el trabajo con el objeto ausente a fines de los años sesenta y, particularmente, en "La llave de los sueños" de 1975, desarrollándose a partir de las citaciones a Magritte, en el correr de esta década. Porter elabora, desde ese proceso, un sistema imaginal de "cajas chinas" (donde cada continente es a su vez contenido de otro continente, y cada representación puede ser referente de otra representación), valiéndose de una escala de sucesivas figuraciones que va del ilusionismo plano obtenido con el grabado, a la incorporación de trazas directas (generalmente con carbonilla o pastel) y de objetos tridimensionales adheridos a modo de bricollage.



Mucho se ha insistido sobre este juego borgiano de Liliana Porter, explorando la desdibujada frontera entre el "objeto verdadero" y el "objeto representado", entre el "original" y la "copia", ambos inexistentes o inasibles, en contínuo desvanecimiento y reconstrucción. Un juego que es también fronterizo entre el texto visual y el texto literario, ya que en el desarrollo de su obra impresa, fragmentos de imágenes corporales, de historias íntimas y memorias dispersas, junto a otras apropiaciones, funcionan como enigmas icónicos, o como signos dentro de una trama narrativa y poética con evidentes filiaciones literarias.




Liliana Porter como un lugar privilegiado para pensar la no representación y desligar al arte de una función representativa.



Fur Coat

21.5.07

maneras de estar en Rusia

Es tanto el frío que hace estos días, que hace falta muy poco para sentirse en Rusia. Para quienes el frío no resulta lo suficiente persuasivo, acá van algunas propuestas.

La primera propuesta es gastronómica: hacer una fondue para amigos. La receta de la Casita Suiza de Bariloche se las debo (cuando mio pappa regrese a Capital la subo). Por lo pronto, comprar la de Sancor para cuatro personas que es barata y fácil de hacer (un éxito: tomatitos cherry para pinchar).

La segunda es combustible visual: leer algo de Chéjov. Hay un breve cuento "Una Bromita" al que vuelvo seguido, y ahora te cuento. El narrador convence a Nádeñka de arrojarse en trineo por una abrupta pendiente de hielo. Durante la caída, el narrador grita a media voz "¡La amo, Nadia!". Mientras pasean por la colina, Nádeñka no puede dejar de preguntarse si aquellas palabras fueron dichas o si se trata de un efecto del viento en sus oídos. El miedo de la caída le quita la capacidad de escuchar.


"Ella no sabe quién de los dos le declara su amor, pero ello, por lo visto, ya lo tiene sin cuidado; poco importa el recipiente del cual uno bebe, lo esencial es sentirse embriagado."

Uno de los últimos días de invierno, a pesar del pavor que le causa, Nádeñka decide arrojarse sola por la montaña de hielo para dar con el dueño de esas palabras. El narrador la ve sola en el trineo, ¿habrá escuchado aquellas palabras?

Primeros días de marzo, la montaña de hielo se derrite con la llegada de la primavera. Mientras el narrador aguarda la llegada del día siguiente, partirá hacia San Petersburgo, ve a Nádeñka en el patio de la casa vecina. Ella extiende sus brazos, y él dice en media voz:

¡La amo,Nadia!




cómo suena

Versos de Circunstancia par Stéphane Mallarmé



ABANICO


















Teniendo por lenguaje
nada más que un aleteo de los cielos
el futuro verso se alza
de la morada más preciosa

Aleteo bajo se correspondencia
este abanico si es él
el mismo que detrás de ti
algún espejo ha lucido


Límpido (donde vuelve a descender
perseguida en cada grano
un poco de invisible ceniza
sola cosa capaz de afligirme)


Siempre como tal aparezca
entre tus manos sin pereza



(Foto: "mujer con abanico" Klimt)

imperdible este jueves

PERLA (capítulo I)

Con veinte años y una belleza por los demás indiscutida, Perla se sentía fea. Una decena de novios lograron hacerla cambiar de opinión. Hoy, con cincuenta y dos años y el cuerpo mapeado de arrugas, Perla se siente linda. Ni el “pero qué te pusiste” de sus hijos cuando usa jeans elastizados, ni el “no son para tu edad” de su esposo Víctor, ni la torta de cumpleaños superpoblada de velitas, logran hacerla cambiar de opinión. Aquí y ahora, su inclusión a “lo bello” podría ser también, si no lo es, un efecto de serie. Una serie que comienza arbitrariamente con el sol que se anticipa detrás de las montañas cubiertas de nieve, el aire frío y seco de Bariloche, los barrocos motivos de seda del camisón beige de Victoria Secret que tiene puesto, el desayuno y diario pedidos a la habitación, el turno de masaje hindú para las cinco: Perla es linda.

Si Víctor le hubiera dejado traer a la Nena, su gata siamesa, podría disfrutar con plenitud esa soledad que el cómplice día de esquí le ofrece al arrastrar a su esposo y su hijo a la montaña. Para Perla, la soledad es un mundo con reglas y escenarios propios, que anteceden y por lo tanto priman por sobre esa otra legalidad posterior: el casamiento. La Nena, regalo de cumpleaños de los tíos Beto y Ana, integra ese mundo más originario, y su ausencia hace de la actual soledad algo imperfecto. En el vulnerable hueco que separa los dedos de sus pies descalzos, apoyados en el piso de madera del balcón, sentiría ahora no el cosquilleo de la brisa helada sino el tibio cuerpecito de la Nena. Pero que no haya venido, o que en palabras de Víctor “no haya arañado el tapizado del auto nuevo”, no implica –y esto sí sería inaceptable- que la Nena no esté. Ella se encargará de traerla durante toda la ski-week de la tercer semana de Julio, bajo la forma “¿y si no le dan la comida que nosotros le dejamos?” “¿trajiste el número de la veterinaria Victor?” “no me deja nada tranquila el tono de voz de la chica que me atendió”.

Perla accede al llamado que le tiende la familiaridad de la habitación. Las sábanas desparramadas en el piso, la puerta del baño abierta, el asfixiante perfume Dior de Víctor, su valija del tamaño de un mueble en un rincón “con todo lo que no vas a usar”. Suena el timbre y Perla arroja sobre la cama la pila de ropa que está encima de la mesa, mide de un vistazo en el espejo del baño si está “presentable” y se dirige hacia la puerta.

quién es robert johnson


Nace en la población de Hazlehurst, Estado de Mississippi. La fecha más aceptada de su nacimiento es el 8 de mayo de 1911, aunque probablemente sea errónea. En febrero de 1929 contrae matrimonio con Virginia Travis, de 16 años. Poco después ella queda embarazada y muere en el parto junto con su criatura en abril de 1930. Johnson se casa por segunda vez con Esther Lockwood, madre de Robert Lockwood Jr, que más tarde se convertirá también en intérprete de blues, siguiendo las huellas de su padrastro.

Después de varios años actuando por todo el sur de los Estados Unidos, tiene la oportunidad de dejar registradas sus 29 legendarias canciones. Son 42 grabaciones (13 de los temas fueron grabados 2 veces), registrados en dos sesiones de grabación: la primera en San Antonio, Texas, los días 23, 26 y 27 de noviembre de 1936; la segunda en Dallas, Texas, el 19 y el 20 de junio de 1937.
En varios de aquellos temas, Robert usa la técnica "bottleneck" (hoy slide). En las plantaciones de algodón, los negros esclavizados para no pincharse los dedos se los enfundaban con cuellos de botella. Así nace el bottleneck.
Muere en circunstancias extrañas. Se cuenta que fue envenenado con whisky por Marido Celoso, dueño de un bar en el que tocaba. Algunos dicen que murió de neumonía, otros afirman que de sífilís. Su certificado de defunción apunta que falleció el 16 de agosto de 1938, en Greenwood, Estado de Mississippi y que no hubo autopsia.
Sólo dos fotos se conservan de Robert Johnson. En una aparece sentado, con camisa blanca y tirantes. Largos dedos negros abrazan un acorde en la guitarra. Mira fijo a la cámara. En sus labios un cigarro. En la otra posa también con su guitarra, vestido de traje y sombrero. Pero se muestra relajado y sonriente. Largo tiempo se sostuvo que aparecía en tres segundos de algún antiguo filme. Luego descubrieron que no era él. En la misma cinta se puede ver el cartel de una película rodada dos años después de su muerte.
Cuenta una conocida leyenda que Robert Leroy Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale, Mississippi, a cambio de hacer sonar el blues mejor que nadie. En su imaginario, tal intercambio tuvo lugar en "Cross Road Blues" y también en "Me and The Devil Blues": "Early in the morning, when you knock at my door/Early in the morning, when you knock at my door/I said Hello Satan, i believe it's time to go".



18.5.07

servicios knockturnos

Fin de semana pasado, luego de inclinar incontable cantidad de copas y hacer una marivuelta ¿dónde depositar tanta ebriedad?. Fiesta en Le Parc, alguien arriesga, de una amiga de una amiga de una amiga. Allá vamos. Una caravana funeraria de coches por Libertador.
Entrar al Le Parc por la puerta grande, suena consagratorio, pero ¿de qué?. En el auto el tema son mis pantalones: negros, tipo de equitación ... hasta ahí bien ... pero de la rodilla hasta el talón tienen ojitos como para cordones y por supuesto un cordón elástico que ajusta. No pensé que iban a tener tanto éxito en la gastada. Comprados ese mismo día, estrenarlos justifica la salida con Amigos del Colegio. Puedo ser mucho más ridículo, pienso, pero parece que con poco alcanza.
¿Dónde es la entrada del edificio? Ocupa la manzana entera. Veo Canoso con jean y campera de cuero, y ya creo que es Guillote Cóppola. ¿A mí me llama? "Sí, a vos Pantaloncito". Explica que las chicas están arriba y que fue a buscar más al auto. Lo sigo a paso acelarado, cuando me pellizca el culo. Vuelo desilusionado, me quería enterrar el pinocho, debo confesarles a mis amigos. Estallan a carcajadas los rostros que instantes atrás recibían la desalentadora noticia en boca del portero "la fiesta terminó chicos"
Dueño de uno de los autos, la fatalidad de acercar a los del Centro a sus hogares. Nos detiene el semáforo de Oro y Libertador, cuando asoma Belleza Rubia de atrás de unos autos estacionados. La económica pollera ofrece unos ejercitados muslos a las miradas hambrientas de todos los tripulantes. Pelo corto, labios recién pintados y encumbrada en unos tacos altos. ¿Está esperando un taxi?
Saluda y nosotros respondemos a coro su saludo. Paula se llama y acerca su pancita con abdominales de ravioles a la altura de la ventanilla del Acompañante Jaime. En el tiempo que se demora el cambio de semáforo, Paula intuye el destino de nuestra noche pero arriega:
"¿UN PETICOLA POR CINCUENTA?"

17.5.07

postales

En una panadería ubicada en el Centro, mientras aguardo ser atendido (ya saqué numerito) observo la edificación de masas secas que realiza Joven Empleado en un paquete para llevar. Frente suyo, la destinataria de esa frágil arquitectura de manteca, una mujer que por lo gorda imagino sólo debe haber podido franquear la puerta de calle de costado. Como en una escena de amor, humedece cada masa seca con la mirada.
Entiendo ahora el perverso juego del empleado que se demora en entregarle el paquete de masas secas, y Mujer Gorda que se desvive por tragarse una por una las masas como monedas de fichín.
De aquel entrecruce de fuerzas se produce una genialidad de la que soy indigno testigo: ella extiende un brazo vulnerando la férrea frontera del mostrador, toma una masa seca y le dice cómplice al joven empleado "ME LLEVO UNA PUESTA".

les presento a un amigo, Saudek



Dos años atrás, luego de visitar la casa de Kafka en Praga y afanarme de unos libros en inglés (todo en checo tenía la librería de barrio), aguardaba impaciente la llegada de mis actuales compañeras de viaje. La nieve y el frio me aconsejaron guardar refugio en un museo ubicado en la plaza central. El menú del mes: muestra del fotógrafo Saudek.
Desde entonces, con respetuosa religiosidad le afano una foto por mes de su página. Así compagino mi humilde calendario maya.
Supongo que Saudek está al tanto de mi choreo mensual, pero una fotito por mes le sale más barato que venirme a buscar.

cómo suena (Raimondi al inglés)


Enthusiasm & lack of craft

By July, on the piece of land
where last summer Indian Shots
slimly raised, concrete fell. Little longs now
for summer, and there again, same place
Indian Shots, raise slimly. The most enthusiasts
will see in this story the example of a never resigning
Will. It won´t come up to them,
as they are, the inexperience of the one who made
the mixture with wrong measures.
***

Entusiasmo y falta de oficio

En Julio más o menos, en la parte de la tierra
donde el verano pasado esbeltas se alzaban
las achiras, cayó el cemento. Ahora falta poco
para el verano, y allí otra vez, en el mismo sitio
las achiras, esbeltas, se alzan. Los más entusiastas
verán en esta historia el ejemplo de una voluntad
irrenunciable. No se les ocurrirá pensar,
así son, en la inexperiencia de quien hizo
la mezcla con proporciones erradas.
(Poesía Civil "Literatura y otras cuestiones de menor importancia")

15.5.07

cómo resuelve

Los Siete Locos.
El Astrólogo enfundado en un guardapolvo amarillo cual sacerdote Buda, le presenta a Erdosain el Rufián Melancólico. Un intento de suicidio le abrochó ese apodo al cafiolo Haffner:
"se descerrajó un tiro en el pecho, junto al corazón".
¿Cómo resuelve Arlt que el Rufián Melancólico no haya sido muerto por el plomazo?
"La contracción del órgano en el preciso instante de pasar el proyectil lo salvó de la muerte"

mi primera pasti (parte II)


Vallas, controles, entradas en mano, check-in ... estamos adentro. El enorme predio está rodeado por una circunferencia casi perfecta de tents, en el centro una inmensa armazón de caños articulan el escenario principal. Quiero, necesito, muero, por tomarme la pasti YA. Tiempo. Soy aconsejado de resolver antes: baño, compra de cigarrillos (bendito seas puesto de Camel) y agua mineral. Como en un operativo comando supero audazmente cada uno de los obstáculos, cola de gente alistada frente a los baños químicos, un motín desarticulado frente a la barra de Speed y un terreno de charcos y barro uniforme. Mi humilde Vietnam.

Vuelvo, me reporto a la Apoyabici y escucho con fruición una interminable lista de recomendaciones. Sólo alcanzo a retener una “no nos separemos”, quizás porque la repitió más de una vez y tengo el oído entrenado al inagotable fluir de advertencias maternas. Separarse podría ser el pasaje directo a la peor de las amenazas: un Mal Viaje. Recuerdo oportuno un comentario que alguna vez Diego dejó caer al pasar “sólo pueden pegar bien”.

Reunidos en el punto que convenimos arreglar como meeting point o LTP (lugar de persona perdida), descorchamos las primeras aguas. Como a una obra de arte de algún bioquímico contemporáneo, admiro la lágrima violeta que sujeto con el dedo índice y pulgar. Quisiera acariciarla, dejarla rodar por la palma de mi mano, y que en un descenso acelerado por mi brazo en alto ingrese a mi boca sin rozarme los labios. La tomo rápido, antes de que se me caiga al barro, cuando ya algunos emprenden la travesía hacia la carpa más cercana.

14.5.07

cómo suena (Susana Thénon al francés)

SOIF

Je sais que ta soif s´est etendu
plus loin du plus éloigné fil d´eau
c´est toi la sois des été
cette qui fais son nid dans la gorge du midi.

Longtemps a fait que la sel
a enfoncé dans ton viscére
et est-lá óu elle abreuves
le rouge lévre de nos actes impunes.

Si un punition tu créais
c´est lui de ton silence
qui crie plus haut qui les paroles

Si un punition tu créais
c´est de rester
comme une aveugle
dans une jungle de regards.


SED
Sé que tu sed se ha dilatado
más allá del más lejano hilo de agua
tuya es la sed de los veranos
la que anida en la garganta del mediodía.

Mucho tiempo hace que la sal
ha fondeado en tu entraña
y es allí donde abreva
el rojo labio de nuestros actos impunes.

Si un castigo has creado
es el de tu silencio
que grita más alto que las palabras

Si un castigo has creado
es el de permanecer
como una ciega
en una selva de miradas.

8.5.07

mi primera pasti (parte I)

Noche de sábado. Una interminable cola de gente abraza la Costanera Sur. A lo lejos se adivinan las cúpulas de varias carpas que supongo gigantes. Qué frío. La espera desespera y consume mis últimos cigarrillos. ¿Cuántos le quedarán a Clari? ¿Venderán adentro?

A nuestro encuentro, arriban tímidos aunque sostenidos beats de algún tema que desconozco. Los caramelos están en la mochila de la Sauvage, pero advertido de la escasa cuota que me sería administrada durante la noche “son para todos” debo aguardar que otro le pida para conservar la impunidad. Lleva puesta una bincha roja con brillos que deja al descubierto su frente, su pelo ¿hoy anaranjado? descansa en los hombros ocultos bajo una campera impermeable blanca, pantalón largo y unas botas negras medio hardcore regalo de su madre. Economía de su indumentaria: la comodidad.

Los últimos tres días de lluvia garantizaron la omnipresencia de barro en la superficie de la vereda. Error fatal, mi calzado. Unas zapatillas relativamente nuevas que fueron bienvenidas a mi ropero al poco tiempo que mi hermano mayor se cansara de usarlas. Si bien la interminable cola apenas avanza, la gente que empieza a formar fila detrás nuestro brinda cierto alivio “podríamos estar peor”.

Lú, encargada de la difícil tarea de reconocer a los novios Ramo y la Apoyabici (que ya deberían haber llegado), entre la gente que camina a un costado de la cola: vendedores de remeras, artículos luminosos, bebidas; viste la misma musculosa negra y ropa interior que en la última fiesta electrónica. Entre aquellas presencias satelitales vemos pasar en más de una oportunidad a un joven que prescinde del brazo izquierdo. Imagino que lo perdió en la última fiesta electrónica y que hoy vino con el noble motivo de festejar el alta concedido por los médicos. A las chicas no les causa gracia mi comentario.

Débiles gotas, amenaza de lluvia. Se habla poco, la lamentable ausencia de Diegote, experiencias comunes pasadas. Se deja de hablar, ya los cuatro entendimos que los comentarios no hacen sino poner en evidencia lo tediosa que resulta la espera. “Allá están los chicos”, señala Lú, justo cuando estamos por alcanzar el vallado. ¡Vino Diego!

5.5.07

cómo resuelve

"Luces de la ciudad"
Chaplin sitiado por una multitud de autos que aguardan impacientes el verde del semáforo. Los motores de los Ford T rugen embravecidos. ¿Cómo logra Chaplin evadir los automóviles?

Sin esfuerzo, casi distraídamente abre la puerta de uno de los coches y sale airoso por la otra puerta.

cumpleaños de la tía maricucha

Cuánta comida, qué poca gente. Su divorcio con mi tío Pichi (cuatro años ya), me divierte imaginar, participa de algún modo en el tamaño de la desproporción. Un primer bocado a una feta de queso gruyere indica que la comida, mesa atestada de platos, es riquisíma. Y por añadidura surge el problema administrativo que resulta de la limitada capacidad de mi estómago con las inagotables ansias de comerme todo. Si me paso con la entrada me pierdo las tortas.

Sentados a la mesa, a mi derecha está Clarita, la más chica de mis primos, que no se despega un instante de su novio "el Colo". Tan chico y ya tan serio, me parece que sólo puedo hablarle de economía. A su lado, Pía, de mi edad, no se despega un instante del recuerdo de la última salida con el chico que se demora exageradamente en llevarla a la cama. Qué linda está hoy. Algún día voy a contarle las incontables veces que me masturbé pensando en su culo, cuando de chicos veraneában en mi campo. Inventé un juego bajo el agua, "el Puente", en el cual una fila india abría las piernas en V para que el primero de la fila atravesara los ponts humanos. Por unos segundos, bajo la legalidad del juego, poseía una visión privilegiada de su culo redondo, que a veces, las menos, rozaba distraídamente mis genitales.

Frente a nosotros, la Juventud de primos, están apostadas las Tías. Solteras octogenarias con vestidos de colores demasiado eléctricos. Alguien debería decirle a Nélida que pintó su ceja izquierda dos centímetros más arriba que la derecha. Su hermana Juana, sentada a mi derecha, me insiste por lo bajo que no desatienda el contenido de su vaso. Por el ritmo con que vacía el vaso le sugeriría que tome del pico, pero advertido por mi tía "cada vez está peor de la memoria", supongo que no toma sino que olvida haber tomado.

Nélida dice tener "La razón de mi vida" autografiada por Evita. Se discute el precio del objeto artístico, el más entusiasta lo tasa como un auto 0km. Lo cierto es que el libro no está dedicado a Nélida, aunque insista ser su legítima dueña, sino a Juana. Así que las manos que endebles sostienen la quinta copa de vino bordaron los vestidos de "la Eva", midieron los contornos de su cintura, la blancura de su piel. Era hermosa. Nélida avanza con el relato que Juana le contó y ya olvidó, pero que ella, por ser dueña de una memoria privilegiada ¿no es así Mary?, es ahora heredera directa de cada uno de los detalle. Perón pasaba para ir al baño, eran los dos muy simpáticos. Hay que escribir un libro, arriesgan. La medalla de oro que le obsequiaron tras el viaje a Europa y que Juana propuso fundir, etc. Por suerte, dice Nélida, se la escondí.

Los ojos de Juani, el hermano mayor de las primas, se turban de un odio inmemorial. En la puerta de entrada, la tía Maricucha recibe con estallada alegría a su ¿amigo? Guillermo. Vestido de elegante sport supera en dos cabezas a la tía. Esforzándose en disipar la euforia del saludo se acercan cautos a la mesa. Cuelgan del cuello de Guillermo cintas blanquicelestes que sujetan tres medallas con un brillo dorado desvergonzadamente artificial. La justificación de su portación será tan imbécil como los demás comentarios que proferirá el resto de la noche. Miradas curiosas y oídos atentos en el relato de una competencia de remo, rowing dice él, que lo tuvo como ganador en tres oportunidades. Las llevará toda la semana siguiente, por cábala. Siempre autorreferencial, cuánta impunidad le otorgan los ojos embelesados de mi tía y los averiados ojos del resto de las viejas que cuentan sus músculos debajo de la camisa cuadriculada, obligan a mi primo a retirarse hacia la sala.

La tele prendida y el cuerpo de Juani que adivino hundido en el sofá verde, "sentáte" me dice y extendiendo un brazo ahorca con la mano el cuello de una botella de whisky. Me sirve medio vaso y le ofrezco un cigarrillo. La pantalla ofrece la imágen de dos japoneses con kimmonos blancos y cinturones negros acostados en el piso abrazándose con piernas y brazos. Las posiciones son inverosímiles, se me ocurre, un kamasutra homosexual. Pero la explicación de mi primo, poblada de vocabulario técnico, sugiere que se trata de un "arte marcial". Con orgullo me cuenta con un tono exageradamente serio y solemne que lo practica hace cuatro meses tres veces por semana. Imagino a mi primo aplicando esas llaves y tomas intentando depositar alguna chica indefensa en su cama. Pasa Pía, culo redondo debajo de pantalón de vestir azul, y pregunta mirando a la pantalla "qué hacen esos putos". Mirada enfurecida de Juani, ella sabiamente se retira.

Al cabo de un rato, vinenen las Tías a despedirse de Juanito y de mí, "nos lleva Guillermo". Las acompañamos a la puerta de entrada y estacionada en doble fila, imponente la 4X4 del campeón de remo. Sin desalentarse por la altura del vehículo, avanzan las Tías por el empedrado de la calle con una valentía inaudita. Las tres se disgustan con mis cumplidos ofrecimientos de ayuda. Ubicadas a un costado de cada puerta del vehículo aguardan pacientemente que Guillermo se despida de Mary. Expeditivos, los musculosos brazos de Guillermo ubican ahora a través de una única maniobra a cada una de las tías en sus respectivos asientos.

Me despido de los primos y la tía, y persigo el último bocinazo que la camioneta escupe al doblar la esquina.