11.12.08

trabajo

Cuánto agradezco "figura del trabajo" que te hayas en mi vida introducido. Todo este tiempo, horadando, rasqueteandole el hueso a la "figura de hijo" y nada. Incapaz de pensarme en el tejido social, mi vínculo con el Estado, asumir una lucha, levantar una bandera. Siempre escindido entre lo privado y lo público. Ni la "figura de estudiante de la UBA" había sido capaz de franquear esa frontera. Triste. Sí, ampararse en un escepticismo que pretende sostenerse fuera de la situación, del contagio, triste. Triste regodearse en la angustia, en la inoperancia, actividad preferida de burgués intelectual. Estuve ¿estoy? en ese juego don Pirulero.
Pero ¿de dónde me vienen estas fuerzas para levantar una bandera? ¿este hambre que no aplaca ni el puchero ni la comida macrobiótica? ¿qué me pasa? Celebro, putéo, pienso, comento una medida de gobierno porque siento que está en juego algo de mi vida ahí, algo de lo que me pasa. ¡Quiero devenir autoconciente de mi posición la concha de mi hermana!

23.11.08

dar


Festival de música de la ciudad: No nos confundamos ¡eso no es hacer público lo privado!.


Lo masivo: dar lo que el otro sabe que quiere

el que sabe lo que quiere, quiere no saber de otras cosas. todo lo ajeno a su querer puede hacer peligrar la necesariedad y absolutez de los objetos que quiere. por eso siempre teme perder lo que tiene. querer demasiado es un peligro porque puede hacerle perder de vista la forma de lo que tiene, espejo donde puede ubicar quién es. la imagen tiene que se clara, la marca de ropa lo más visible imposible is nothing, el modo de vincularse, las palabras, los deseos homogéneos.

necesitan privacidad, necesitan defender esa fantasía "LO PRIVADO", se sostienen en eso. y es justamente esa fantasía, lo que los priva de lo popular.



Lo popular: dar lo que el otro no sabe que tiene

el que no sabe lo que quiere, quiere saber. y para eso debe buscar, debe perder y perderse, debe errar. se mueve sin estar del todo seguro si lo que lo arrastra a perderse no es el miedo a ser arrastado, arrestado y arrasado por aquello que ha abandonado.

lo popular al transgredir los límites entre lo privado y lo popular, revela que es justamente esa frontera o división entre esferas lo que lo mantenía escindido.

por eso aparece la pasión, figura para la cual no hay límites, o sí lo hay: la "propia" muerte.

¡cuando entrará lo público a tu casa querido!


16.11.08

tiritos

Viste que algunas fotos felizmente conservan ese principio constitutivo de la cámara: el disparo.

literatura

hoy ya casi no llegás al libro

12.11.08

probando

A la búsqueda del nombre artístico:

Marcos Erre

Marcos Arnau

Tillo

Marcos Camelo (mmm este puede ser eh)

el Conde

Marcos Millo

¡Ayuda! ¡Escucho sugerencias! ¡Help I need some name!

llamados

Llamado a ser. Dos años me acompañó la sensación de que iba a recibir un llamado. Nó sabía de quién, pero cuando tuviese lugar, cambiaría mi vida por completo. Tampoco sabía en qué consistiría ese cambio. Ninguna representación venía al auxilio de ese vacío. Pero no era el contenido del cambio lo que más inquietaba. Ese quién, quién llamaría, no lo ocupó ninguno de los que entonces me llamó. En aquel entonces y entonces, Nadie me llamaba.
Llamado a hacer. Por esa época también demoraba la respuesta a los llamados que recibía. Algo me frenaba a "hacerlo", "a serlo". También la decepción de que ese llamado, no era ni iba a ser nunca "El" llamado.

Igualitos, suenan.

2.11.08

mal de oído


¿Cómo no escuchar mientras él decía "no me como ninguna", esta otra frase tan cercana, "me la como toda"?

LA DOBLE ERRE

parece que ahí está cifrado mi enigma. en esa letra. mi oráculo de Delfos: Marcos.
Edipo llevaba la respuesta en su nombre: "tiene dos, tres, cuatro pies, dipous, tripous, tetrapous", y él Oidipous "bípedo", el hombre.
¿Qué pregunta soporta mi nombre?
¿Y qué respuesta porta?

EL MITO FALTA A LA VERDAD

porque la verdad falta.

vienen por atrás


topología del peligro,
venir siempre por detrás.

16.9.08

lo solapado

... como le decía, mi padre siempre fue un tipo erecto, quiero decir, recto.

9.8.08

condenser

"tienen la fuerza de los tipos y las mañas de las minas"

dice mi viejo, desde un pensamiento binario, refiriéndose a l@s travestis
no pude negarlo ¡qué poder de condensación tiene la frase!

volvió


15.6.08

partes

La que está parada en la puerta del edificio es Mabel.
Los que corren hacia el auto estacionado en doble fila son sus dos hijos.
El mayor abre la puerta de atrás y empuja a su hermanita para meterse primero al auto.
Mabel grita algo que los chicos demasiado atentos a la disputa no oyen.
El motor del auto se enciende.
Mabel blande repetidas veces la mano.
Si el vidrio no fuera polarizado podría saber si su saludo es correspondido.
El auto se pierde al doblar en la esquina.

El que ni siquiera bajó del auto para saludarla es su ex marido.
La que ni siquiera se acercó al auto para felicitarlo por el día del padre es Mabel, que al cerrar la puerta de la calle decide que aprovechará la tarde del domingo para acomodar el cuarto de los chicos.

29.4.08

La sobremesa (2)

Parece que fue así, el petiso Aristóvulo se encontró con Soquete recién bañado y con los mocasines puestos, raro en él. Cuando le preguntó a donde iba tan pituco, le contestó:

- A un asado en lo del Gato. Porque ayer me rajé del festejo que hizo del premio que le dieron cuando vi que se iba a llenar de gente. Por eso ayer quedé que iba hoy al asado bien vestido, él es un tipo elegante, viste. Y vos, ¿no te animás a caer sin que te haya invitado?

- Como vos digas.

- Seguime entonces -dijo- como dice el dicho "síganme los buenos".

La sobremesa

Justo anteayer volvía del chalecito que tengo en Baradero, cuando un conocido me vio de atrás y de lejos nomás me dice para joderme:
- Che Baladero ¿no me esperás?
Freno para esperarlo y desde allá viene a los gritos:
- ¡Qué justo Loco! Te estaba buscando para que me contáras del asado del otro día que fueron el Gato, el Soquete, Alcibes y los muchachos. Porque un pajarito me contó que le contó Felipe, que se juntaron el domingo. Eso sólo me contó. Por eso quería que vos me largaras lo que dijo tu amigo. Vos fuiste ¿no?
Y yo le dije:
- Si hablás de un asado el domingo pasado, me parece que te mandaron cualquiera.
- Ah yo pensé que sí.
- ¿De dónde lo sacaste Bocón? ¿Sabés hace cuánto que el Gato no vive acá en Capital? Y además, desde que yo ando con el Soquete y me preocupo de lo que hace y deja de hacer, ya pasaron como tres años. Antes de conocerlo yo estaba en cualquiera, creía que tenía la posta pero en realidad daba lástima. Mirá, andaba parecido a como andás vos ahora, que pensás que tenés que hacer todas antes de meterte en ésta.
- Dale Loco, no me jodas y decime cuándo fue el asado.
- Mirá, éramos pibes todavía ... fue al día siguiente que al Gato le dieron un premio.
- Ah entonces fue hace una banda. Che pero a vos ¿quién te lo contó? ¿el Soquete?
- No -le dije- a mí también me llegó por Felipe. Parece que le dijo un tal Aristóbulo, de Ciudadela. Un petiso que andaba siempre en pata que fue al asado porque estaba atrás de Soquete. Así me llegó. Pero viste, también le pregunté al Soquete y no lo desmintió.
- Entonces contame. Yo también voy para el lado de Caballito.
Así que le empecé a contar mientras pateábamos unas cuadras juntos. Ahora ustedes también se van a enterar. Porque a mí cuando hablo en serio o escucho a alguien que habla bien, aparte de que me sirve también lo disfruto. En cambio, cuando escucho otras cosas, como las que hablan ustedes, la gente con guita y de negocios, no sólo me embolo sino que me dan lástima. Lástima por ustedes, porque se piensan que las saben todas cuando no cazan una. Quizás ustedes piensen lo mismo de mí: que soy un gil. Y me parece que tienen razón, yo en cambio no pienso que ustedes son giles porque lo sé.
- Siempre igual vos. Hablando mal de todo el mundo, hasta de vos hablás mal. Parece que pensaras que son todos giles menos el Soquete. Por algo te dicen el Loco.
- Y que ¿vos también pensás que por decir estas cosas estoy loco?
- No vengas con eso ahora. Sólo te pedí que me contaras de qué hablaron en el asado.
- Bueno, fue algo así ... mejor te cuento desde el principio.

26.4.08

de bolsillo


Tu dinero será mío

cuando estire la mano

y

la tela poplin del pantalón

colabore generosa

en el silencio de la maniobra.

7.4.08

de amo el blog a el blog Amo

¿cuántos de los que abrimos con entusiasta ingenuidad un blog
nos sentimos hoy esclavizados a su más o menos puntual
demanda de entradas?
¿se agotó nuestra inalcanzable posibilidad de
decirlo todo, los límites de un género de textos?
¿esos textos íntimos, reveladores, transgresores, arriesgados,
peligrosos, confesionales que constituyeron el género blogger
nos resultan hoy aburridos?
¿estamos teniendo problemas de clase, de género?
EL BLOG TE AMA
PERO
NO DEJES DE ESCRIBIRLO

¿soltero o cansado?

18.3.08

Se abrió LA KD


Durante la cursada destinamos nuestras producciones filosóficas a un lector exclusivo: el profesor de turno. Después de haber recibido un valor, ese trabajo sale enseguida del circuito de lectura. Como la medida de ese texto es una nota, de ese texto sólo se espera un buen "rinde". En ese circuito cerrado, el texto jamás entra en relación con los demás textos que se produjeron en la clase. Así de estrechas, de precavidas son las condiciones actuales de publicidad de nuestra producción.

Pero, ¿por qué destinarle al profesor de turno la exclusividad del consumo de esos trabajos? ¿por qué aceptar que la nota sea su fecha de vencimiento? De esta manera, los textos que se producen, los problemas que allí se trabajaron, lo que allí se pensó, pierde la oportunidad de caer en los ojos de los demás compañeros.

Este espacio nace de la sospecha de que estimamos imprescindible para nuestro aprendizaje lo que escribe el compañero que se sienta al lado. Nace de la sospecha de que un cambio en el modo de circulación de esos textos va a intervenir en su producción. Y si esa sospecha alberga alguna verdad, quizás este blog funcione.

10.2.08

antes de que baje

La noche no empieza el sábado, no. Manana a las 6 AM en Ostbahnhof, me dice Jerome por esemese. El despertador del celular a las cinco y me cuesta dormir pensando en lo que va a pasar al dia siguiente.

A las seis ahí y a unas pocas cuadras Panorama. El lugar es una antigua fábrica en pleno Berlín Este. El que está parado a las salida de la estación, con el jean arremangado para que se vea la cana de las botas negras y la campera de cuero subida hasta casi los labios, soy yo. Seguimos las luces de los postes y la de los autos para doblar en la cuadra justa. Allá se ven las chimeneas sin humo que despiden los estandarizados latidos de la música.

Techos altos, tan altos que la altura se esfuma con las luces negras. Planta baja, primer piso. Muchos hombres sin remera pero con todos los músculos. Un groove pesado y la pista recoge los gritos hasta opacar el volumen ya alto de los parlantes. Nuestro piso será el próximo, me dice Jerome, cuando pasa a nuestro costado un grandote pelado vestido de policía chic. El lugar arde. Ni el aire puede respirar con tanto humo.

Segundo piso, sin ascensor. En la pista los brazos arriba para celebrar el cambio de tema. Mientras Jerome intenta conseguir, observo que la punta de la barra en medio de la pista forma un U perfecta. Del otro lado hay sillones a lo largo de la pared. Jerome me sorprende por detrás y con la mano abierta muestra el trofeo. Con unos sorbos de agua nos pusimos el diablo en el cuerpo.

Nunca bailé tanto. Los calambres se turnaban de pierna y yo tratando de hacer bailar a la música. Cuando está arriba, se abren las persianas unos segundos y descienden caudales de luz a la pista a través de cada ventana. Golpea nuestra cara, nuestro cuerpo y los ojos siempre piden más. En algun momento dejo de escuchar la música, ya no está en los oídos sino en la parte superior de mi cabeza.

A las cuatro de la tarde, me acuerdo de que no desayuné, no almorcé y que por eso tengo hambre. Afuera está empezando a oscurecer un día que no tuvo luz. Cerca de la estación compro un yufka, le pido que lo ponga en una bolsita "voy a comerlo al río" le explico al turco del mostrador.

Entonces, cuando atravieso el puente de la estación me encuentro con que enfrente mío, sí, eso que está ahí adelante, esa pared larga, barroca de stencils y aerosoles, esa pared es el Muro de Berlín. Esa pared es el muro de Berlín, eselmurodeberlín.

Caminé varias cuadras a lo largo del muro y cuando encontré una apertura salí al río Spree. Con la mandíbula apretada, acostado contra Esa pared, como el yufka y miro como me despide el sol detrás de una fábrica naranja cama solar.

A la vuelta, recorro despacio el costado de Esa pared y fumo uno atrás de otro, los dos últimos cigarrillos que quedan en el paquete.


23.1.08

mamás cancheras

Cada cuadra que camino verifica el éxito de las políticas de natalidad en Alemania. Como consecuencia, no sólo han venido al mundo más rubios y rubias sino también "mamás cancheras". En general tienen dos o más piercings, son jóvenes y lindas y ya todas abandonaron a sus progenitores por este nuevo chiche que viaja en un carrito fashion. Falta que salga una publicidad: "y vos, qué estás esperando para una ser una mamá canchera?".

21.1.08

KGB


Así se llamaba el bar que me emborrachó este sábado. Como bien dijo la chilena (cantante de ópera) que me lo recomendó, KGB es un bar lo suficiente comunista: paredes rojas, techo rojo, fotos de Lenin, el Che, y sólo cerveza rusa. Volver al hostel fue difícil, muy.

10.1.08

salió el saco


Generó desde sospechas (en qué peli salió este?) hasta certezas (mirá este pelotudo!).