20.8.07

knockturno 1

Hace dos años abrió el bar IMPRONTA que ubicado en Gurruchaga y Honduras aún pasa desapercibido a la juventud que resuelve salidas en los bares que rodean la Plaza Serrano. Poca gente, decoración vintage, una moto Honda con arranque a pedal cuelga del techo, paredes descuidadas exhiben el esqueleto naranja de los ladrillos, mesas bajas sitiadas por sillones de terciopelo azul y una peregrinación de velas: ese parece ser el concepto del bar. Pau pidió un cuba libre y Gastón un Cinzano con Esperidina. No hay casi nadie o no se ve casi nadie.
- Ayer fui a estudiar a lo de Eri, dice Pau, me autoinvité
- Y qué onda, pregunta Gastón
- Qué onda qué
- Éricca, cómo anda
- Bien qué se yo, dice Pau y se deja caer en el respaldo del sillón. No leímos casi nada, se colgaba todo el tiempo. Le pregunté qué onda la carrera y ¿sabés qué me dijo?
- Que larga, dice Gastón y observa cómo la penumbra violácea de las velas se escabulle en el escote de la musculosa blanca de Pau.
Un joven mozo deposita los vasos sobre la mesa y vuelve a sumergirse en la oscuridad oscilante al ritmo de los distanciados beats de la música lounge.