12.8.07

tu vieja te tiene ganas

¿Cuándo vas a morder? ¿No agarraste lo de la ropa limpia, el cuarto ordenado, la disposición a resolverte trámites de la obra social? ¿Ya vas al mismo dentista que ella?
Hoy, no es la misma teta que amaste con desenfreno, pero tampoco tu boca ni labios son los mismos ¿no?. Y así como así, ahora que sabés qué hacer con una teta, vas a buscarla a la cocina. Ella está en camisón -porque ésta es su casa- lavando platos. Te acercás en calzoncillos -los que ella te compró- y le apoyás el miembro en la apertura de los cachetes del culo. Un leve movimiento descendente confirma que los órganos encajan como piezas de un puzzle. Lo demás es tan simple y fácil: nadie mejor que ella conoce tus mañas. Y las conoce tan bien que hasta parecen pertenecerle y administrarlas en tu cuerpo.
Por momentos ella goza más que vos. Al mirarte entiende que cuando te enseñaba a hablar, no estaba sino señalándote el camino de vuelta a sus senos. Por eso se ríe y vos también, entre ustedes no hay más secretos. Cantan mientras cogen parados, sus pechos se blanden mirando hacia el piso, cantan el tema de Frank Sinatra con el que te hacía caer dormido en la cuna y te iba a despertar para ir al colegio. Ella tararea la melodía porque no sabe inglés, y vos con excelente pronunciación y exagerada voz grave decís la letra.