21.5.07

maneras de estar en Rusia

Es tanto el frío que hace estos días, que hace falta muy poco para sentirse en Rusia. Para quienes el frío no resulta lo suficiente persuasivo, acá van algunas propuestas.

La primera propuesta es gastronómica: hacer una fondue para amigos. La receta de la Casita Suiza de Bariloche se las debo (cuando mio pappa regrese a Capital la subo). Por lo pronto, comprar la de Sancor para cuatro personas que es barata y fácil de hacer (un éxito: tomatitos cherry para pinchar).

La segunda es combustible visual: leer algo de Chéjov. Hay un breve cuento "Una Bromita" al que vuelvo seguido, y ahora te cuento. El narrador convence a Nádeñka de arrojarse en trineo por una abrupta pendiente de hielo. Durante la caída, el narrador grita a media voz "¡La amo, Nadia!". Mientras pasean por la colina, Nádeñka no puede dejar de preguntarse si aquellas palabras fueron dichas o si se trata de un efecto del viento en sus oídos. El miedo de la caída le quita la capacidad de escuchar.


"Ella no sabe quién de los dos le declara su amor, pero ello, por lo visto, ya lo tiene sin cuidado; poco importa el recipiente del cual uno bebe, lo esencial es sentirse embriagado."

Uno de los últimos días de invierno, a pesar del pavor que le causa, Nádeñka decide arrojarse sola por la montaña de hielo para dar con el dueño de esas palabras. El narrador la ve sola en el trineo, ¿habrá escuchado aquellas palabras?

Primeros días de marzo, la montaña de hielo se derrite con la llegada de la primavera. Mientras el narrador aguarda la llegada del día siguiente, partirá hacia San Petersburgo, ve a Nádeñka en el patio de la casa vecina. Ella extiende sus brazos, y él dice en media voz:

¡La amo,Nadia!