17.6.07

pesadilla

Las filas de niños con sonrisas Colgate dispuestas en los distintos escalones de la escalera de piedra en el centro de la plaza Almirante Brown conforman el coro Kennedy. Entre las líneas, quien no entona el himno irlandés ni sonríe ni viste traje ... soy yo. Transeúntes que casualmente atraviesan la plaza para dirigirse a sus empleos, se suman al público que sigue el acto con exagerado fervor. Distingo el rostro de mis padres que vinieron a ver a su hijo. Desde su mirada horrorizada porque no visto el uniforme del colegio, veo al hijo que ¿fui, soy, seré? parado en el frente de batalla. Cuando la orquesta militar interpreta ahora el himno argentino, él/yo tampoco canta.