salida de Tillo
Ya me olvidé cuando fue la última vez que salí con una mina, ¿seis meses? tanto no, ¿dos? demasiado generoso. Con el afán de consolarme, hoy repasé mentalmente varias de las salidas. Grande fue la sorpresa cuando una de mis peores enemigas (siempre imprecisa e impuntual), mi Memoria, ofrecía de su archivo recuerdos con nitidez pixelada. Fue un instante, pero en todo caso, el tiempo suficiente para que lograra desentrañar la dinámica que compartían todos aquellas salidas. Aquí entonces, con todos ustedes, mi Salida Modelo.
No la llamaré sin antes decidir una acción concreta que haré mientras hable con ella (ir a buscar algo a la heladera, doblar ropa para guardarla en el ropero, etc). La acción que desarrolle no deberá exigir demasiado mi concentración o poner en riesgo mi integridad física. Nimia acción que adquirirá su valor y grandeza cuando cumpla la doble función de: equilibrirar la dosis adecuada de atención hacia la Amada y por otra parte otorgue agilidad mental. Qué práctica rara, pero cuánto más fácil será decidir, hacer reír, sorprender si tengo el cuerpo en movimiento. El ritmo liga.
Por economía de signos, eligiré el Duna Weekend para pasarla a buscar por su casa. Si en la siguiente salida uso el Clio, retrospectivamente, mi Inteligente Amada leerá allí un rasgo de caracter: es perfil bajo. Resignaré la primer salida el signo "auto fachero" que exige esfuerzo moneytario por el valor del "humilde" que exige mayor esfuerzo espiritual.
(esto recién empieza...
ella me contará sus problemas, yo ocultaré los míos ...
ella se sentirá una mina difícil porque no vamos a coger la primera salida, yo evitaré el miedo de que no se me pare).
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