29.12.07
27.12.07
18.12.07
14.12.07
12.12.07
los chicos piden pizza
Cajón chonguismo
27.11.07
22.11.07
20.11.07
19.11.07
lo que se empezó a usar
dswds
Se agranda el diccionario. Agregale a tu lengua dos nuevos piercing:
dsdsd
Cajón la moda no mora
18.11.07
17.11.07
11.11.07
6.11.07
campañas profilácteas
Cajón consumenemismo
crack
Cajón knockturnos
5.11.07
alquileres en el cuerpo
Cajón confites
4.11.07
me lo dijo Federico
Sólo algo o alguien tan feo puede revelar la verdad de la belleza.
Cajón palabras materiales
27.10.07
llamame
Llamame, por favor, llamáme.
Cada vez más opaco, más frágil,
estoy que me disuelvo.
Yamamé,
decí mi nombre,
necesito escucharme.
Cajón con fé siones
24.10.07
instrucciones para dejarte
(Daniel se esfuerza por instalar una sonrisa definitiva en su rostro. Cuando lo consigue …)
Martín, yo Daniel, quiero:
Que borres con Liquid Paper mi número de tu agenda
Que no vuelvas a hacer la torta de manzana con mi receta
Que taches lo que escribimos en el árbol que usábamos de arco en el Parque Chacabuco
Que no le eches la culpa a tu madre, la Santa nada tiene que ver con esto, con mi decisión, (se crispa y en un arranque de discurso político) la decisión es mía como la de cualquier uruguruguayo que habita el suelo sarmientino, ¿me entendiste?
Así que ni se te ocurra:
Dejar un mensaje en el programa de Rolando Hangling a la noche
Atarte con la cadena de la bici a la puerta de la Casa Rosada y pedirme por la tele que vuelva, me ruegues, que (con la voz de Martín)
con los dientes,
con las manos, como puedas
quita de mi ancho cuello
el metal de ésta cadena…
Muerto antes que
solo y arrinconado allá
en mi casa de tierra y sin jardín.
¡Ay qué lamento, qué fuego
me sube por la cabeza!
¡Qué vidrios me astillan la lengua!
Y yo rimaré internamente:
cuando aquésto hagas
apenas rozarán del otro lado
la lengua de tus palabras
que de un salto a la caja
de Ruben es la furgoneta
que me cruza hoy el charco de plata
Entonces:
Me llevo: el ancho y el siete de oro del mazo de cartas del hotel Bribón
Me llevo mi boleto del viaje a Salta que hicimos, vos estabas en la fila 29 y yo en la 30.
Y sí, tendré que aprender a ser fuerte, a hacer el nudo de la corbata … solo, a llevar el changuito del supermercado lleno … solo. Pero ya sé cómo empezar, sé por dónde. Hoy empecé a fumar otra marca de cigarrillos, y mañana voy a pedir otro gusto de helado, a sentarme de otra manera, y pasado mañana a atarme los cordones de las zapatillas con tres nudos. Ya empecé.
Yo Daniel, yo que te quiero
Cajón teatral
la muerte del rock
Pero hoy el lugar del rock está en otra parte. El supermercado de los festivales. Las góndolas exhiben las bandas de la fecha. Ingenuos, los bepis del barrio van a ver a su equipo jugar en primera. Mientras, prolongado requiem, el rock no vive sino porque aún resulta negocio para Quilmes, Brahama, Pepsi.
A Cromañón se le pegó un calificativo: “tragedia”. Lo que narra la tragedia son las piruetas y final muerte de su héroe: el rock. Escribo sobre el cuerpo del delito.
***
¿Quién escucha a Spinetta? Casi nadie. Jóvenes que añoran los setentas, que revuelven con rabia vinilos en las galerías de Santa Fé (que duplican en precio las mismas ediciones que sacó Pop Art), que persisten en la incomodidad de los pantalones Oxford y en la picazón de la barbeta chehuevariana. O bien, cincuentones que la masacre de la dictadura no alcanzó a borrar. Por eso, el título que lleva su anteúltimo disco resulta elocuente en esta cuestión de precisar un público spinettiano: “Para los árboles”.
***
El Babasónicos de los 90 decía cuando vestía Cemento de palmeras, los disfraces berretas que intentaban manchar los impecables armani menemistas, la convertibilidad oficial argentina a la religión neoliberal. Desde esta punta del escenario “los veo a todos en una comedia parecen cowboys sin acción”. Pero ¿qué posta cantar después de la devaluación?. Lo suyo fue Anoche. Su discurso menguó cuando se apagaron las últimas luces de la fiesta a la que no habían sido invitados, eso está claro. Porque ¿a quién contestarle? ¿dónde estás interlocutor?, ahora que sí están en la fiesta, ahora que el mercado los mima se sienten putitas. Desorientados, nostálgicos: “quiero ser el murmullo de alguna ciudad que no sepa quien soy”. La estrella sólo brilla de noche y de día se esconde tras la capucha de un buzo Levis.
Sin embargo, en arranques de infantil rebeldía contra el mercado, como en la letra del tema “Soy Rock” lanzan: “no voy a ser prisionera de tu organismo feudal”. O cuando intentan decir cómo se habla: “será tu condición racial o tu lugar de privilegio” terminan pidiendo una explicación. Quizás la respuesta la hayan encontrado en el carisma: “Tengo que aprender a fingir mas, y a pilotear lo que pienso”.
***
Disco tributo a Calamaro. Era hora de rendirle un homenaje, devolverle los aportes a la fórmula de la canción calamaresca, que proliferó en Cotis Sorokins, etc. El tributo entierra, la muerte más oficial.
La Vuelta martinfierrista de Calamaro a la vida, disipada la prolongada humareda de porro viene a decir su verdá. Un hallazgo: en su viaje a las tolderías encontró el folklore y el tango. Y una guitarra flamenca que acompaña una voz incapaz de templar un tango.
***
El destino fue otro para bandas como Los Auténticos Decadentes o La Mosca. Hoy su público no supera los doscientos invitados que convocan las fiestas de quince de chicos bilingües en los hoteles más top. Animando fiestas ... donde sobrevive lo que queda de ella.
***
Charly García es un souvenir, un dinosaurio, una pieza de museotel del cowboy Alan Faena. Pide a gritos su defunción: “Saquen y eliminen a esa tonta de mi rock and roll Yo” o “Me convertí en un souvenir. Asesíname, asesíname.” Lo problemático es que nadie logra darle la última estocada. ¿Qué pasa? ¿No pasa nada? ¿Dónde está pasando, en las fiestas electrónicas? ¿Quién tiene la voz de mi generación?
Los últimos saludos, una mano que se blande casi sin fuerzas, agoniza, la despedida del rock. Impaciente en el cajón, aguarda su entierro. Hora de homenajes, tributos, préstamos, deudas.
Cajón crítica del año pasado
21.10.07
elasticidad
Cajón patear la ciudad
18.10.07
"Mis mujeres no me piden pitos" por Benjamín Diamante
16.10.07
permitirse ser grasa
Cajón con fé siones
11.10.07
8.10.07
el búho de minerva
dice que la primera vez que viste tu ciudad fue al volver de un largo viaje.
dice que la primera vez que te sentiste sobrio fue después de haberte drogado.
Cajón confites
2.10.07
por un tiempito
Cajón con fé siones
27.9.07
lecturras
Regalo de cumpleaños, novela "Opendoor" de Iosi Havilio:
- Y ¿te gustó?
- No me para la pija
Cajón con fé siones
24.9.07
entre-vistas
Entrevistas por portero eléctrico: ¿quién será mi primera víctima?
Cajón patear la ciudad
22.9.07
sin medias
fdf
fdsf
20.9.07
patear la ciudad
Cajón postales
12.9.07
3.9.07
Dos y dos son tres
Abrir la puerta y recibir esa inagotable fuente de cariño que era su lengua, fue enseguida olvidar aquello. Se amaron unos minutos con la puerta abierta. Susanne se quitó los zapatos con taco y entre risas le ordenó que se preparara para salir. Profitó las medias de nylon y el parquet, para patinar a lo largo del pasillo. Él la acompañó a su cuarto, durante toda la tarde él no había hecho otra cosa que preparase para la salida.
Encontró su cuarto tan limpio y ordenado como la habitación de un hospital. Jueves. La señora que su madre le enviaba dos veces por semana, había ido durante el día, para que Susanne tuviera la casa presentable cuando ella deseaba ir a visitarla. Quitó del placard el conjunto deportivo, jogging y camperita con capucha. Antes de arrojarlo sobre la cama, no pudo evitar acercarlo hasta su nariz y comprobar si como prometía la tapa del nuevo líquido para lavarropas: dejaba un suave perfume a coco en todas las prendas. Respiró profundo y casi se intoxica, demasiado fuerte y artificial.
Impaciente, él ya había ido y vuelto de la cocina dos veces. La miraba desvestirse y buscar sin fortuna el par de zapatillas en el fondo del placard. Agachada y de espaldas, Susanne ofrecía un apoyabici perfecto. Con el corpiño desabrochado, su pecho izquierdo había logrado evadir la resistencia que le ofrecían los elásticos y asomar, curioso, por un costado. El cabello pelirrojo y con rulos desde la raíz se extendía hasta la mitad de su espalda. Dio con el par de zapatillas, resolvió no cambiarse la ropa interior y enseguida estaba cambiada y lista para darse una última mirada aprobatoria en el espejo del baño. Justo antes de apagar la luz de la habitación, su mirada dio con el lunar marrón en la camisa celeste. Por el calor insoportable y la demora, él había resuelto aguardarla junto a la puerta de calle, allí corría una débil corriente de aire.
Ya en la vereda, el calor era tan agobiante que nada justificaba la campera con capucha que Susanne llevaba puesta, salvo las rayas blancas al costado del pantalón que continuaban en la parte inferior de la campera y la hacían "conjunto". Caminaban a un paso aún más acelerado que los pocos autos que transitaban la calle a esa hora de la noche. Taxis vacíos, la mayoría. Los postes de luz inundaban el asfalto de un color anaranjado de cama solar. Susanne vio sus zapatillas blancas teñidas de ese color cuando la correa se tensó tanto que debió soltarla. En el perímetro de la baldosa, yacía el cuerpo de Negro. A pocos pisos de altura, por su pelo tan oscuro hubiera parecido una mancha de aceite que se prolongaba en la correa extendida en el suelo. Se abalanzó sobre el cuerpo tendido y lo rodeó con el brazo para acercarlo a su cara. Aún respiraba.
A veinte metros, un joven vestido de traje sujetaba una perra Boxer que se desvivía por alcanzar aquel bulto. Antes de llegar allí, una serie ininterrumpida de malas palabras lo tenían como destinatario. Se lo acusaba de criminal y estúpido por no apurarse y prestar ayuda. La propietaria de aquel extenso repertorio de malas palabras era una joven pelirroja. Sofi, la perra Boxer, acercó su hocico al cuerpo de Negro y se acostó a su lado. De malas palabras a ruegos con llanto; luego, de agradecimientos a promesas inverosímiles. El joven vestido de traje llamaba a través de su celular a un amigo veterinario que vivía cerca. Dijo que era un labrador negro, respondió que aún respiraba y le dio la dirección. Mientras aguardaban al Mesías, tuvieron tiempo de intercambiar sus nombres, Ezequiel y Susanne, y el de ellos, Sofi y Negro.
Cuando llegó el amigo veterinario, en una furgoneta blanca con una sirena encendida en el techo, Negro ya había muerto. Ezequiel abrazaba a Susanne, y Sofi aprovechaba la confusión para investigar la vereda. De la bolsa amarilla que apoyó junto al labrador, el amigo veterinario quitó unos guantes de dentista y le revisó la boca entreabierta. Mientras le introducía un tubo violeta, le preguntó a Susanne edad y antecedentes de "Negro", así lo llamó. Tres y ninguno, empezó la respuesta de Susanne que luego contó que lo había traído del campo de sus padres, que lo sacaba a ésta hora porque ella volvía de trabajar tarde, que era muy independiente -él, el perro- y depositó un nuevo llanto en el hombro de Ezequiel cuando sintió que Sofi lamía su mano.
Negro había muerto de un paro cardíaco. Ni el calor, ni la comida, ni la ciudad, como pensaba Susanne; la desgracia dijo el amigo veterinario mientras subía el cuerpo a la furgoneta con ayuda de Ezequiel. Lo llevaría al local, y al día siguiente, Susanne debía resolver dónde enterrarlo. Vio el vehículo perderse al doblar en la esquina: ella viviría la muerte de Negro. Ezequiel le había colocado la correa a la Boxer y se disponía a irse como si nada hubiera sucedido, cuando Susanne lo invitó sin posibilidad de excusarse, es decir, lo obligó a él y a Sofi a que cenaran en su casa.
Un año después, antes de ir a trabajar Susanne le prometió a Ezequiel que por la noche saldrían a cenar. De la jornada laboral, dos novedades. Susanne había sido ascendida y debía viajar a China a comprar la ropa de la siguiente temporada. Abrir la puerta fue recibir saltos acrobáticos de Sofi y un beso en la boca de Ezequiel, que escondía algo detrás de su espalda. No tuvo tiempo de iniciar una explicación que ella lo arrinconaba contra la pared del pasillo y le rogaba que le entregara el regalo que le había comprado. Ezequiel, bajó la mirada y le mostró, con vergüenza y timidez, la camisa celeste con la que Sofi había afilado sus colmillos. Cuando alzó la vista, Susanne ya se había quitado los zapatos, reía y con las medias de nylon patinó sobre el parquet hasta el final del pasillo.
Cajón te lo cuento
1.9.07
panicattak
30.8.07
26.8.07
nuestro
Cajón patear la ciudad
25.8.07
Así suena Analía Bustamante
nueva-producto-con-20-gramos-MASS!!!-oferta, paso a
igual el grupo tiene imaginación, sino para que tanta
Cajón copywaste a lo benjamin
24.8.07
gauchesco
Cajón WIP (work in progress)
23.8.07
blogger antes de blogspot
Cajón lecturras
22.8.07
knockturno 2
- ¿Acá?, pregunta Pau
- …
Mira alrededor. Gastón termina de un trago el líquido anaranjado que queda en el vaso, espera que la mirada de Pau vuelva apoyarse sobre la suya, la toma de la mano y con un leve movimiento hacia adelante del mentón señala la otra punta del bar. Pau aparta la mano de Gastón, se incorpora y se pierde en la penumbra sin volver la mirada. Gastón se toma el medio vaso de cuba libre, revisa si tiene un nuevo mensaje en el celular.
Cajón knockturnos
21.8.07
aniversario
Cajón con fé siones
20.8.07
knockturno 1
- Ayer fui a estudiar a lo de Eri, dice Pau, me autoinvité
- Y qué onda, pregunta Gastón
- Qué onda qué
- Éricca, cómo anda
- Bien qué se yo, dice Pau y se deja caer en el respaldo del sillón. No leímos casi nada, se colgaba todo el tiempo. Le pregunté qué onda la carrera y ¿sabés qué me dijo?
- Que larga, dice Gastón y observa cómo la penumbra violácea de las velas se escabulle en el escote de la musculosa blanca de Pau.
Un joven mozo deposita los vasos sobre la mesa y vuelve a sumergirse en la oscuridad oscilante al ritmo de los distanciados beats de la música lounge.
18.8.07
knockturno 3
Cajón knockturnos
17.8.07
16.8.07
cuero
Cajón patear la ciudad
12.8.07
tu vieja te tiene ganas
Cajón con fé siones
10.8.07
mis amigas
Cajón knocturnos
escribir es mandato
Cajón knockturnos
9.8.07
baños públicos
Cajón knocturnos
24.7.07
16.7.07
eso
si pudiera entrar y salir.
visitarme
en lo que digo, pienso, hago y miro
darme una vuelta
eso.
darme vuelta:
lo mismo
en el mismo lugar
pero de afuera
un (afuera)
por exceso de )interior(
pasar
al otro
pasear
me
ojear como una revista
decisiones que tomé
recuerdos que olvido
las palabras que me dicen y digo
salen al paso
y
eso.
cómo
¿cómo
hablo, visto, miro, imagino
cómo funciono
porque
estoy maquinado
hace un rato
y no mucho
así o asá
pruebo
así o asá
al mismo tiempo
empujo
los dedos
y vos empujás
los ojos
para sonar el teclado
pero también
estoy
en lo que hice y no hice
todo junto
todo ahí
en que respiro y tecleo y escucho
el Ruido, o mejor Ruiz,
que es de palabra
y algo más
Ruiz
parece
una sospecha
es algo más
Ruiz
el que pasea
es visita y bicita,
pero siempre que llega
tarde llego
a saberlo
por eso
nada de idenkits
eso es para los kids
tampoco archivo
si él es
de Ruiz se dice
el Archi Vo
14.7.07
me declaro culpable
Cajón con fé siones
7.7.07
cómo suena (Laje al inglés)
my table-cloth city
dresses her roof legs
with delicates paviment nets.
the paving stone takes a breathe
and remembers cargo´s ships dreams
selling with its liberal swing
a class desire: be nation.
going grains and coming stones,
sweet grain that pigeons eagerly eat
till bursting below a wheel.
so if worms, darling, make you sick
never forget that you´ll be as well
stock in that stew.
the trolley bus rails, useless,
agree their pure parallel love
like lovers when sighing
dazzle by the moon
of caresses and kisses drunk
they promise a no-existing for always
cause there always is a third in love
and if this night at rosepark
exiled trans remove their thongs
to give their best black kisses
you, darling, would you say yes or no
to those aphrodites coming out of the lake
with their hymen updated and miles of
Gardel´s smile?
mi ciudad mantel
empilcha sus piernas de azotea
con unas delicadas redes de asfalto.
el adoquín sale a respirar
y recuerda sueños de buques cargueros
vendiendo con su vaivén liberal
el deseo de una clase: ser nación.
granos de ida y piedras de vuelta,
dulce grano que devoran las palomas
hasta reventar bajo la rueda.
y si los gusanos, mi amor, te dan asco
no te olvides nunca que vos también
vas a ser caldo de ese puchero.
las vías del trolebús, inútiles,
afirman su casto amor paralelo
como los amantes al suspirar
encandilados los ojos por la luna
borrachos de caricias y besos
se prometen un siempre que no existe
porque siempre hay un tres en el amor
y si esta noche, travestis exiliadas
en el rosedal se corrœn la tanga
para tirarte mejor sus besos negros
vos, mi amor, ¿dirías que sí o que no
a esas afroditas que salen del lago
con el himen renovado y la son
risa de Gardel?
Cajón tradicciones
trozado del mundo
Cajón sanatas
artículos de lujo
Rangos Servicio básico
hasta 20g $1,00
hasta 150g $4,00
hasta 500g $5,00
Ésta es una foto de la Carta Magna. La carta como soporte de la modernidad.
Cajón postales
6.7.07
5.7.07
salir a taggear
Cajón patear la ciudad
volta
Cajón musas
4.7.07
sigo chorreando
Cajón patear la ciudad
3.7.07
chinela
Cajón diccionario
los tíos de Tillo
Cajón genealogía
2.7.07
me violó un sorete
Cajón saber técnico
WiFi
Cajón confites
1.7.07
www.www.com
Cajón WIP (work in progress)
30.6.07
golpear la rama
Cajón saber técnico
29.6.07
muerte en vivo
Las pelis snuff son registros audiovisuales de asesinatos "en vivo" (sin la ayuda de efectos especiales o cualquier otro truco). Su comercialización es aún prohibida.
Cajón les presento
28.6.07
cómo resuelve
Cajón patear la ciudad
27.6.07
no seas puto
Cajón postales
25.6.07
quince muerta
m. Portador de una robusta poronga o pesheto. Se dice de alguien "es un quince muerta".
Cajón diccionario
24.6.07
volvió la Hippie
Cajón postales
23.6.07
salida de Tillo
Cajón knockturnos
lugares de paso
- ya sabés dónde cenar
- naty menstrual
- gracias de nada
- el jardinero
- cuando sol es gaviota
- ya me acostaré con ella
- disimule que viene gente
- Mr Sometimes
- te lo tenía que decir
- marina en secreto
- linne
- son cosas mías
- bestiaria
- por dior
- R2K
- maida maida
- blue
- hojas de tamarisco
- hipermodernos
- apoyabici
- benjamin diamante
- lahe
- no tan modernos